Brotaron los zarzales

Brotaron los zarzales del camino,
pequeñas flores blancas de esperanza,
no ahogaron los espinos su ternura
nacida del amor que las llamara.

De todo mal que su belleza empaña,
desgarra el corazón dolor sincero;
acércate, Señor, tiende tu mano
y cura las heridas de tu pueblo.

Señor, ¿no ves que hondas amarguras
quebrantan de dolor al mundo entero?
¿No oyes a Raquel llorar sus hijos,
que luchan por la vida de sus sueños?.

Que llegue ya, Señor, tú hermoso día
y donde el mal, la muerte y el pecado
dejaron las cenizas de tus hijos,
tu fuerza y tu poder sean mostrados.

Señor, tú que eres Padre y que nos amas,
convierte las tristezas cuaresmales
en dones indecibles de ventura;
por Cristo y con su Amor, a todos salves. Amén.

Este himno lo cantamos en nuestra liturgia. Te lo comparto para que en este momento que estamos viviendo, podemos hacer de él una oración compartida, por TODOS nuestros hermanos.

Junto con la siguiente cita:

«Solidarios, todos pecadores, todos salvados. Pasemos del «yo» al «nosotros» y oremos con este salmo no solamente por nuestros pecados individuales o nuestra muerte individual… sino en nombre de todos (Noel Quesson).

«Mi alma espera al Señor más que un centinela a la aurora».(Sal. 129)

Jamás se dio una mejor definición de la esperanza. La dilación de la noche es temporal. Pero la humanidad camina hacia el mañana.»

Ora 30′. Oraciones disponibles aquí,

rezandovoy