Cuidamos nuestra casa.

Domingo de la Ascensión del Señor. A
23 mayo, 2020
Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
25 mayo, 2020

Comparto contigo la preocupación que habita en el corazón del ser humano en el momento que estamos viviendo
Que sean momentos de reflexión orante.

El Papa llama a “todos los hombres de buena fe” a cuidar el ambiente, considerando al hombre como parte integrante del mismo, y por consiguiente, nos llama a todos también a cuidar al hombre como tal. Plantea como un desafío urgente a afrontar, la protección de “nuestra casa común”, esto incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible, integral y responsable.
Remitiéndose a las Sagradas Escrituras y a lo dicho por sus antecesores, tomó la consabida definición del “hombre como dueño y señor de todo lo que Dios puso sobre la tierra”, para ahora concebir al “hombre como administrador responsable” de los recursos naturales, lo que impone respetar el valor intrínseco de cada cosa y asumir las responsabilidades que esta nueva concepción implica.

¡Oh Señor, nuestro Dios, qué grande es tu nombre en toda la tierra!
El salmista contempla las maravillas de la creación: el cielo estrellado, la luna, los animales al servicio del hombre, y las bocas de los niños que, pendientes de los pechos de sus madres, proclaman la grandeza y providencia del Creador. Es como un comentario poético a la obra de la creación narrada en el capítulo 1 del Génesis. El hombre es el representante de Dios en la obra de la creación. (Salmo 8)

  Señor, dueño nuestro,
Qué admirable es tu nombre
en toda la tierra.

Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
De la boca de los niños de pecho
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
para reprimir al adversario y al rebelde.

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano para darle poder?

Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tua manos,
todo lo sometiste bajo sus pies;
rebaños dr ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar.

¡Señor, dueño nuestro,
que admirable es tu nombre
en toda la tierra!

 

 

rezandovoy

Ora 30