«En el sueño…»

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16 marzo, 2021
San José. Solemnidad
18 marzo, 2021

El sueño de José

 

 

A diferencia de nuestros sueños, los sueños de San José en las Escrituras son mucho más conmovedores. En el Evangelio de Mateo se mencionan cuatro: en el primero, se le apareció un ángel del Señor… y le dijo: “José, hijo David, no temas tomar a María por esposa, porque Aquel que concibió en ella, es del Espíritu Santo; el segundo, cuando un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño [y le dijo]: “¡Levántate! … Toma al Niño y a su madre y huye a Egipto… porque Herodes va a buscar al Niño para matarlo; el tercero, cuando se le dice que regrese a la Tierra de Israel porque Herodes ya estaba muerto; y en cuarto lugar, temiendo regresar a la Tierra de Israel después de enterarse de que el hijo de Herodes, Arquéalo, reinaba ahora en Judea, se le advirtió en un sueño que se retirara a Galilea.

San José, un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra: con estas palabras el Papa Francisco lo describe de una manera tierna y conmovedora. Lo hace en la Carta apostólica Patris corde (leer aquí), publicada recientemente. Quiso este título para San José. Para celebrar este aniversario, el Papa ha convocado, desde el 8 de diciembre del 2020 un «Año» especial dedicado a San José.

También los sacerdotes, y la Iglesia entera, están llamados a una paternidad  especial, abierta a la acción del Espíritu, una paternidad universal, hecha de entrega y de  mediación salvadora de bienes que no son propios sino que vienen de Dios: el amor, el  perdón, la Palabra.
Una paternidad como la de Pablo: «Yo os he engendrado por el  evangelio en Cristo Jesús».

San José puede considerarse  modelo de los que quieren estar en unión con Cristo y aceptar en su vida los planes de  Dios, aunque no los entiendan del todo.

Hoy se celebra el día del seminario, no es nada difícil aproximar las actitudes de San  José a las de la comunidad eclesial, custodia también ella de los misterios de Jesús, y en  concreto a la vocación ministerial dentro de la Iglesia.

En el trasfondo de la Carta apostólica, está la pandemia de Covid-19 que -escribe Francisco- nos ha hecho comprender la importancia de la gente común, de aquellos que, lejos del protagonismo, ejercen la paciencia e infunden esperanza cada día, sembrando la corresponsabilidad. Como San José, «el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta». Y sin embargo, el suyo es «un protagonismo sin igual en la historia de la salvación».

 

Ora 30´

rezandovoy