III Domingo de Adviento «Gaudete» B

Repostería del Monasterio.
12 diciembre, 2020
Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
14 diciembre, 2020

Testigo de la luz.

Jn 1, 6-8. 19-28.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» El dijo: «No lo soy.» «¿Eres tú el Profeta?» Respondió: «No.»
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?»
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?»
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.» Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

 

… Juan Bautista «testigo de la Luz». Y nosotros también. Esto significa, que he tenido un encuentro, y he visto algo. Y,  florece la certeza de que la relación con Dios crea en las personas que le reciben, un movimiento ascendente hacia una vida más luminosa. Juan afirma que el mundo se basa en un principio de luz. Esa historia es un Vía Crucis pero también un Vía Lucis, que comienza cuando, en los momentos oscuros que me rodean, tengo el valor de fijar la mirada en el punto de luz que guardo de ese encuentro, parece pequeño y sin embargo va ganando sobre la primera; pasos de bondad, de paz y de alegría. 

Lee, medita, ora, contempla.