Levántate

Testigo fiel del Amor
25 junio, 2021
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28 junio, 2021

Jesús cura a la hija de Jairo. Julia Stankova.jpg

Mc 5, 21-43. 

XIII Domingo. Tiempo Ordinario. Ciclo B

En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe.»
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos.
Entró y les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.»
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).»
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

… Jesús camina hacia la casa donde murió una niña, camina y es Jairo, su padre, quien dicta el ritmo, Jesús camina cerca de él. Jesús, ante el miedo, propone la fe. Deja que su Palabra vuelva a murmurar en tu corazón, deja que su Nombre suba a tus labios. Jesús, con el círculo vital de los afectos, la toma de la mano.
¿Quién es Jesús? Su mano en mi mano. Y le dijo: «Talitha qumi» Levántate niña». Él puede ayudarla, pero es ella, solo ella quien puede levantarse. Y ella se levanta y empieza a caminar. Para cada uno de nosotros, cualquier porción de dolor que llevamos dentro, cualquier porción de muerte, Jesús nos dice: «Talitha qumi». Levántate, revive, brilla.

Su Palabra, me ha tocado, y me he levantado. Lee, medita, ora, contempla.

Monasterio de San Pelayo
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