En la portería del Monasterio, Calle San Vicente, esquina calle Jovellanos
Éste es un Nacimiento sencillo, como el que cualquier familia puede poner en su casa con ilusión, sencillez y ternura…
Este año pensamos en hacer partícipes del nuestro a las personas que nos visitan. Una fuerte llamada a COMPARTIR, con los que son de aquí y con los que vienen de lejanas tierras, TODO LO QUE SOMOS Y TENEMOS!
Y vienen con sus Dones. Esperanza… Magia… Ilusión …
El resto de nuestro Nacimiento nos recuerda nuestro vivir cotidiano, el día a día donde Dios se encarna: trabajo, relaciones de familia o de amistad…
Y en donde no puede faltar el agua, símbolo de la vida: una pequeña fuente nos recuerda las fuentes de nuestros pequeños pueblos…
Y tampoco el Desierto… En tiempos difíciles nos podemos encontrar con quien nos acoge y con personas a quienes acoger en sus dificultades…