ORAR, SIN DESFALLECER

TU FE TE HA SALVADO
8 octubre, 2022
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17 octubre, 2022

Lc 18,1-8. Domingo XXIX C.

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:
“Hazme justicia frente a mi adversario”.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:
“Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”».
Y el Señor añadió:
«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

 

Continuamos nuestro camino de encuentro con Cristo Jesús, de la mano del evangelio de San Lucas que este domingo, nos deja un texto complejo, pero muy gráfico: un juez que ni temía a Dios ni le importaban los hombres y en aquella misma ciudad una viuda. Como mujer y como oprimida no puede hacer nada con su contrario, por eso, no tiene más opción que atosigar al juez hasta lograr recibir su justicia, pide ser reconocida en su dignidad, pide existir; Como tantas mujeres Iraníes hoy, como tantos hombres y mujeres que están siendo conducidos a perder su vida para que un dictador inhumano sacie sus deseos de poder.

Y Jesús, con esta parábola, me enseña a orar y a escuchar el clamor de tantas personas. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. Sal 120, 1.  

      Lee, medita, ora, contempla.