Os comparto en este día mi reflexión sobre la fiesta que celebramos: La Inmaculada Concepción.
Esta mujer, María, fue elegida por Dios, en ella puso el Don de su Amor, Jesús; y también es madre nuestra y de toda la humanidad.
«Virgen hermosa, el cielo, la tierra, todo hoy resalta, así me lo hace sentir tu gracia»
Desbordo de alegría, Virgen hermosa, porque Dios te entregó a Jesús y haces posible su venida. ¡Alégrate, bendita entre todas las mujeres, Dios está contigo!
Virgen María, estoy contenta porque eres don de Dios para toda la humanidad, porque me enseñas a vivir el Evangelio, a ser humana, a vencer mis pecados, me ayudas a crecer… en ti veo la alegría completa.
«Virgen Santa, a ti, que eres amparo maternal, me acojo con confianza»
¡Oh, María! Suscita en todas las personas deseos de santidad. Pongo bajo tu amparo a los más pobres; haz que nuestros ojos permanezcan fijos en Dios y tu intercesión nos salve a todos.
Feliz día de la Inmaculada, en mi oración estáis todos.
Amén.