XX Domingo del T. O. Ciclo C

XIX Domingo del T. Ordinario. Ciclo C
10 agosto, 2019
XXI Domingo del T. O. Ciclo C
24 agosto, 2019

Lc 12,49-53.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

 

A primera vista este Evangelio puede dejarnos un sabor amargo, da la sensación de que Jesús ha venido a traer fuego y división. Pero se trata de «otro fuego». Del fuego del padre que espera cada día, al hijo que se ha ido de casa, el fuego del Pastor, que va a buscar la oveja que se le ha perdido, dejando las 99. El fuego de su amor que pide de beber a la mujer que tiene muchos maridos. El fuego de su perdón, siempre y a todos. Jesús no viene a dividir.  La familia en tiempos de Jesús, por ejemplo, no es una institución ideal que digamos. La familia patriarcal está marcada por relaciones verticales asfixiantes. La división que trae Jesús es romper la verticalidad para podernos encontrar en horizontal, para que más allá de los roles dados socialmente podamos reubicarnos como hermanas y hermanos. Ser y estar. Y Él va por delante. Sér fuego, como Jesús. ¡Encender ese fuego!

Lee, medita, ora, contempla.