Domingo. Cuerpo y Sangre de Cristo. Ciclo A

Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
8 junio, 2020
Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
15 junio, 2020

Claudio Pastro

Jn 6, 51-59.

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.» Disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.»

 

Haz espacio interior para acoger la Palabra que viene de Jesús y que intenta recrear tu vida. En éste Evangelio, en esta fiesta, Jesús repite: El que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá para siempre. Vivirá realmente.

Jesús no está hablando del sacramento de la Eucaristía, sino del sacramento de su existencia: comer y beber de su vida. “Cada vez que se participa en la Eucaristía se establece entre el creyente y Cristo una relación de intimidad igual a la que existe entre Jesús y el Padre” (v. 57) Nuria Calduch-Benages. La Palabra celebrada. CPL. Y aquí hay una sorpresa, algo impredecible. Es como si nos dijera, toma mi humanidad, mi forma de habitar la tierra y de vivir las relaciones como una levadura en tu vida. Por unos momentos, en esta Presencia de Jesús, hablo con Él. Recibirle, y agradecerle. Y oramos para convertirnos nosotros mismos, en personas cada vez más humanas, como Jesús.

Lee, medita, ora, contempla.