«El sueño de José»

I Domingo de Cuaresma. Ciclo C
9 marzo, 2019
II Domingo de Cuaresma. Ciclo C
16 marzo, 2019

 

   “Cuando José se despertó del sueño,

 hizo lo que el ángel del Señor le había mandado:

 recibió a su esposa” (Mt. 1,24)

El sueño de San José, es el sueño de un corazón que quiere ser fiel. Es el sueño de quien quiere creer contra toda evidencia. El sueño de quien quiere seguir dejando a Dios la posibilidad de soñar, ya que su sueño, cargado como está de un amor que no se detiene, llega mucho más allá de lo que el hombre se atreve a soñar.

Habitar el sueño de San José, es habitar el lugar donde el corazón renuncia a todas sus defensas, a toda resistencia.

Es saber dejar a un lado toda inquietud, mientras se descansa en los brazos de un Dios que sigue sosteniendo la vida, así como hace crecer la semilla ya sea que el sembrador duerma o se levante.

Habitar el sueño de San José, es habitar el sueño de quien al despertar está dispuesto a realizar aquello que Dios le hizo soñar, porque él, que es fiel a su sueño, no dejará que se vea frustrado.

   Es descubrir que Dios habla, aún en el silencio de la noche más oscura.

Es descubrir que la fecundidad que él da, se alcanza poniéndose detrás de sus proyectos, detrás de su amor, a su sombra, a la sombra de su Paternidad.

Y descubrir que, para esto, es preciso tomar a María, por Madre de este sueño y pedirle que nos haga entrar sin miedos a soñarlo.

San José modelo del padre de familia. Modelo a seguir por los jóvenes a los que el Señor Jesús sale al encuentro, quiere hacer camino con ellos, conocer sus realidades, sus dolores, sus esfuerzos, sus gozos; quiere conocer sus sueños y sus esperanzas, Jesucristo quiere que los jóvenes lo conozcan para que en Él y en su Palabra puedan encontrar sentido y plenitud a sus vidas.

“Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona los alcanzó y se puso a caminar con ellos” (Lc 24,15)

Al igual que con los discípulos de Emaús, Jesucristo se hace compañero de camino de los jóvenes, y para ello se vale, en su Iglesia, de la mediación de otros creyentes, a quienes se les encomienda la misión de acompañar el caminar de fe de la juventud.

En esta fiesta, que es de los Seminarios y nuestra, porque es de la Iglesia, recemos por los seminaristas, sus familias y los sacerdotes, para que crezcan fascinados,»alcanzados» por la llamada de Jesús que camina con ellos.

 

 

 

rezandovoy