II Domingo de Pascua. A

Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
13 abril, 2020
Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
20 abril, 2020

Jn 20, 19-31.

Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas donde estaban los discípulos, por miedo a los judíos, vino Jesús y se puso en medio y les dice: ‘Paz a vosotros’. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Así que los discípulos se alegraron al ver al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: ‘Paz a vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío’. Y, dicho esto, sopló y les dice: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’.
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Así que le decían los otros discípulos: ‘Hemos visto al Señor’.
Pero él les dijo: ‘Si no veo en sus manos la marca de los clavos y no meto mi dedo en la marca de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré’. Ocho días después, de nuevo estaban dentro sus discípulos y Tomás con ellos. Viene Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y dijo: ‘Paz a vosotros’. Luego dice a Tomás: ‘Acerca tu dedo aquí y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente’. Contestó Tomás: ‘Señor mío y Dios mío’. Le dice Jesús: ‘¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no han visto y han creído’. Y así, muchos otros signos hizo Jesús delante de sus discípulos que no están escritos en este libro. Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre».

 

El Resucitado no es objeto alcanzable con ayuda de muletas. Todo buscador de Dios que, como Tomás, quiere tocarlo con ayuda de la «muleta» de sus manos, fracasa (cf. Jn 20, 24-25). La presencia del Resucitado no se impone nunca con la evidencia indudable de «algo que se encuentra» apoyado en las propias muletas. Él es el que se deja ver a Lidia «abriéndole el corazón para que le hiciera caso» (cf. Hch 16,14). J. M. Fernández Martos. sj

Buscaba una imagen bíblica de Tomás queriendo «ver» con sus manos, y no la encontraba. Pero ha llegado a mí; El plan para Resucitar, del Papa Francisco en éstos momentos recios e inciertos. Me sirve para adentrarme en el encuentro con Jesús en este II Domingo de Pascua. Hasta Tomás me lo agradece. Paz a ti que le buscas, paz a ti, que no le ves, paz a todos los que en este tiempo,  necesitamos «anticuerpos». El saludo de Jesús Resucitado a todos, ¡paz a vosotros!

UN-PLAN-PARA-RESUCITAR-PAPA-FRANCISCO-VIDA-NUEVA

Lee, medita, ora, contempla.