SIGNOS DEL RESUCITADO

PASCUA: ENCUENTRO
23 abril, 2022
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2 mayo, 2022

III DOMINGO DE PASCUA C Jn 21,1-19.

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos.
Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar.»
Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo.»
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?»
Ellos contestaron: «No.»
Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor.»
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.
Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.»
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Vamos, almorzad.»…

 

Comparto con Rosa Ruiz su comentario a éste Evangelio: Signos del Resucitado. «Siempre me ha cuestionado cómo podemos reconocer las señales de lo importante, de que no se ve, de lo que queda a interpretación de cada cual…

Como si Dios dijera: «Lo mío es animar, dar vida, alentar, poner paz, y todo ello sin ocultar heridas, que tenemos todos…»    “No os compliquéis con encuentros y celebraciones complicadas, que lo más simple de la vida es lo que más habla de Mí y de vosotros”. Como si fuera señal de identidad de los suyos pedir comida si tienes hambre, pedir ayuda si la necesitas y tener detalles con los más cercanos. Que no siempre hay que ir repartiendo conversaciones profundas y recetas para la vida eterna, que no somos menos “divinos” por tener hambre (la que sea) y reconocerlo, que antes de los preceptos, los ritos y la normas está un almuerzo de tú a tú.
Mira que si esto de parecerse más a Jesús tuviera más que ver con ser más humanos y menos… vidanuevadigital.com

Lee, medita, ora, contempla.

 

Monasterio de San Pelayo
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