«No está aquí ha resucitado»

Sábado Santo. Ciclo C
20 abril, 2019
Vigilia Pascual. Ciclo C
20 abril, 2019

 

 

Hola. Al inicio de la cuaresma nos hemos “atrevido a entrar con Jesús, y con toda la Iglesia, en el desierto”.

Seguimos en ese “atrevimiento” y con Jesús iniciamos el camino, con los “peregrinos” que van a Jerusalén. Uno más como los suyos.

Le acompañamos en un profundo silencio, con toda la gente, en los momentos de dolor queremos estar allí, como María y las otras mujeres que le seguían. Acogiendo el misterio del sufrimiento.

Ahora, esperamos que se cumpla su promesa“Al tercer día resucitaré”

Puedes leer el evangelio de este día de Pascua. Jn.20,1-9 Despacio, dejando que Jesús te resucite, acogiendo y agradeciendo TODO lo que nos ha entregado, su propia vida.

   “Si hemos muerto con él resucitaremos también con él”.

Hoy es el momento de encontrarnos con el Resucitado, si no lo encontramos dentro de nosotros, no lo encontraremos en ninguna parte.

Juan describe que María, corre, busca información, se encuentra con Jesús, y las lágrimas y el dolor le impiden reconocerlo. Piensa que es el encargado del huerto. Jesús le pregunta. “Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella no sabe que es Jesús. Entonces cuando Jesús la llama por su nombre, “¡María!” Se vuelve rápida. “Maestro” Su voz le entró en el corazón, lo reconoció. Se siente llamada personalmente por él.

“Vosotras, no temáis; ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado como había dicho”. Hoy, desde la primera hora del alba, nos unimos al gozo de cientos de hombres y mujeres para recitar con fuerza las palabras de la Secuencia: “Venid a Galilea, allí el Señor aguarda; allí veréis los suyos la gloria de la Pascua. Primicia de los muertos, sabemos por tu gracia que estás resucitado; la muerte en ti no manda”.

Y es que esta buena noticia, que el Señor ha resucitado, es el fundamento de nuestra fe, la razón de nuestra esperanza y el motivo de nuestra alegría. La muerte, que se creía victoriosa, se ha quedado sin palabras ante la voz del Padre que, resucitando a Jesús y en él a nosotros, la ha vencido. La muerte, para los discípulos de Jesús, no tiene la última palabra. La última palabra la tiene la vida.

    En este día de Pascua, llenos del gozo de Jesús dejemos que los sueños de vida colmen nuestra mente y nuestro corazón…

Que la presencia del Dios de la Vida sea para todos nosotros el aliciente para permitir que la vida siga naciendo en primavera.

Que se alegre TODO el mundo. ¡El Señor ha resucitado.!

 

 

Ora 30´

rezandovoy