Viaje al centro del corazón.

Ora 30. Oraciones disponibles
1 marzo, 2021
Ora 30. Oraciones disponibles
8 marzo, 2021

Julia Stankova

III Domingo de Cuaresma B

Jn 2,13-25.

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.

 

… Un gesto inesperado, casi impredecible: Jesús preparando un látigo, y atravesando el atrio del templo como un torrente impetuoso, que abruma a hombres, animales, mesas y monedas. Es un viaje al corazón. 

Escuché, y no se me olvida, a Eloy Bueno de la Fuente: El ser de Dios es su historia de amor. Dios se hace presente , en un amor que se manifiesta en la historia; y lo que a nosotros nos hace ser cristianos, es seguir escuchando y repitiendo esa historia de amor que es Dios mismo. Dios se define en cuanto se identifica con el Crucificado. Y sólo así podemos entender realmente qué es el amor. Y también, Dios es una palabra que no se puede pronunciar más que con gozo. Porque la fe es, ante todo, alegría en Dios. Miremos a Jesús Crucificado.
Desde aquí, sí, podemos ordenar nuestra vida.  Sin negociar. Volver a Dios, de corazón.
Lee, medita, ora, contempla.

Monasterio de San Pelayo
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles. Puedes encontrar toda la información aquí.