XXVIII Domingo del T.O. Ciclo C

XXVII Domingo del T.O. Ciclo C
5 octubre, 2019
Ora 30′. Oraciones disponibles aquí
14 octubre, 2019

Lc 17,11-19.

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?». Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

 

Jesús cura a diez leprosos. Y uno solo, vuelve para darle gracias. Un tema propio de Lucas, el agradecimiento. Vivir agradeciendo y alabando a Dios por todo aquello que recibimos de Él y de nuestros hermanos y hermanas. Jesús, con este Evangelio, nos quiere enseñar, la importancia de esta actitud. Este samaritano, sabe, que recibe la vida y la curación gratis. Todo es gracia, empezando por la misma vida, por eso ¡cómo no vivir agradecidos!
Ser agradecidos, y no depender de la gratitud, despierta en nosotros la alegría, la conciencia de cómo Dios actúa en medio de nosotros. El camino de nuestra vida es un camino para sanar. Soy testigo de éste toque constante de Dios, ¿y tú?

Lee, medita, ora, contempla