AMAD A VUESTROS ENEMIGOS.

ALEGRAOS
15 febrero, 2025
COMIENZA LA CUARESMA
28 febrero, 2025

Lc 6,27-38.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿Qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿Qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿Qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»

 

Jesús acaba de proyectar el sueño y la vida nueva del Evangelio en el cielo del plano humano. Ama a tus enemigos. Lo harás inmediatamente, sin esperar; no porque así sean las cosas, sino para cambiarlas. La sabiduría humana, sin embargo, contradice a Jesús: amar a los enemigos es imposible.
Y Jesús desafía la sabiduría humana: amaos los unos a los otros, porque la noche no puede ser
vencida por ninguna otra oscuridad. Todo lo que nos rodea, todo dentro de nosotros dice: huye de Caín, échalo lejos.
Y señala ocho pasos del amor, a través de la repetición de verbos concretos: cuatro dirigidos a todos: amar, hacer, bendecir, orar; y cuatro dirigidas al individuo, a mí: ofrecer, no rechazar,
dar, no pedir a cambio. El amor de Jesús es activo, un amor de manos, de túnicas, de préstamos,
de verbos concretos, porque no hay verdadero amor sin acción.
Ofrece la otra mejilla, baja tus defensas, demuestra que no tienes nada que defender, ni siquiera
a ti mismo, hazlo, tomando la iniciativa, reconectando la relación, dando el primer paso, perdonando, empezando de nuevo, construyendo confianza. Desde abajo. Lo que deseas para ti, hazlo para los demás: el mundo que quieres, constrúyelo. 

Estoy en esta escuela siguiendo a Jesús de Nazaret, sueño, con una fraternidad de hermanas, de
hermanos. ¿te apuntas?
Lee, medita, ora, contempla.