Despierta, Crece, Sorpréndete

Tiempo de Gracia, tiempo de encuentro

Me gusta compartiros el inicio de mi camino cuaresmal. Con esperanza, corazón abierto, empecé el camino unida a toda la Iglesia; lo emprendí con gozo y oración. La oportunidad de atravesar el desierto, llegar a la Pascua, a Cristo Resucitado me da libertad, vida.

Quiero hacer vida en mi corazón las palabras del Papa Francisco:  «La Cuaresma es tiempo rico …. dejar que nuestro corazón vuelva a latir al palpitar del Corazón de Jesús. Toda esta liturgia está impregnada con ese sentir y podríamos decir que se hace eco en tres palabras que se nos ofrecen para volver a «recalentar el corazón creyente»: Detente, mira y vuelve.»

Aprovechando este tiempo cuaresmal de gracia:  oro, reflexiono, contemplo el Rostro de Jesús en la cruz, miro a mi comunidad, a mi familia, a la humanidad desgarrada, constatando que las prisas destruyen, me destruyen, me distancian, me crean desconfianza.

Jesús, contemplar, perdonar, acoger, volver, mirar a mis hermanos, hermanas, son signos de mi pertenencia a Ti. Tuya soy, a ti vuelvo y recuerdo las palabras del evangelista Mateo (6, 8). Tú sabes de qué tengo necesidad, Jesús. Disipa mis tinieblas y las del mundo entero. Intento tocar tu Manto, pido tu Bendición. Cuando escucho mi nombre de ti, Señor, mi corazón sobresaltado, te busca para darte gracias a Ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

AMEN.