ENCUENTRO EXTRAORDINARIO

Lucas 1,39-45. IV Domingo de Adviento C

En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

La escena de la visita de María a Isabel representa la afirmación más obvia por parte de Lucas de la manera en que las dos historias de estas mujeres están entrelazadas dentro de la historia singular del plan de Dios. Cabe destacar que la primera bendición de Isabel se expresa en segunda persona, «Bendita tú…», mientras que la segunda bendición aparece en tercera persona «Bienaventurada la que …». Así se invita a otros a responder, al igual que María, con fe.  El Evangelio de Lucas -Joel B. Green- Ed. Sígueme 2021

Hoy, y aquí, se nos invita a creer, el Dios de Israel es el Gran Benefactor; su designio se manifiesta en Jesús, cuyo mensaje consiste en que esta acción benéfica permite e inspira nuevos estilos de vida en el mundo.