¡VEN, SEÑOR JESÚS!

YO SOY REY
23 noviembre, 2024

Lc 21,25-28.34-36.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Animaos y levantad la cabeza».
Sal 24
R/. A ti, Señor, levanto mi alma
V/. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.

 

El viaje de nuestra vida es para alcanzar la semejanza. Ireneo de Lyon señala la moldeabilidad como una de las condiciones para descubrir lo que ya estaba en el origen: “Pon en sus manos un corazón blando y moldeable y conserva la imagen según la cual el Artista te plasmó; guarda en ti la humedad, no vaya a ser que, si te endureces, pierdas las huellas de sus dedos…no huyas de sus manos.»
“Toda carne verá la salvación de Dios” No como imposición sino como regalo.
Todos los seres humanos tenemos un vacío dentro que busca llenarse. Ahí, déjale espacio.
¿Deseas abrirte a este contacto directo con Jesús?
Nos ha dado una historia de fe como aceite. Vuelve a ella. Haz pequeños gestos. Vive con esperanza, en medio de todos los abismos.
Y si puedes repite con la Iglesia, con tantos hombres, mujeres, jóvenes, niños.
¡Ven, Señor Jesús!
Dejándole espacio, orando con todo tu ser. ¡Ven, Señor Jesús!
Lee, medita, ora, contempla