Jn 10,27-30.
En aquel tiempo, dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.»
La Pascua, tiene como sentido el encuentro con Cristo Jesús resucitado. La Pascua como atracción. Le pedimos que nos atraiga.
Hemos recorrido un camino. Ojalá también tengamos experiencia de un encuentro.
Y este IV Domingo: Jesús se muestra como el Buen Pastor: Jesús luz, guía, compañía, maestro. Tú, hoy, ¿puedes narrar tu alegría por su presencia?
Deja un espacio al silencio, para concienciar cómo Dios en Cristo se te hace presente. ¿Cuál es tu experiencia?
Este Buen Pastor dice que escuchamos su voz, que Él me conoce y nosotros le seguimos… No lo pongas en cuestión, recibe el regalo que te hace, que me hace Jesús: Deja que resuenen en tus oídos, en los oídos de tu corazón, esas palabras, esa carta de amor.
El nuevo Papa León, nos dijo en sus primeras palabras: “El mal no prevalecerá”
Recibiendo de Dios su compañía, hagamos lo mismo, caminemos como hermanos, ofreciendo su aliento y su bendición.
Lee, medita, ora, contempla